Anfibios gigantes extintos de dos metros de largo nadaban como cocodrilos mucho antes de que existieran los verdaderos cocodrilos, revela un estudio de la Universidad de Witwatersrand, Sudáfrica.
Durante el Período Pérmico Tardío, hace poco más de 250 millones de años, Sudáfrica fue el hogar de los temnospóndilos rhinesuchid, grandes anfibios depredadores con cuerpos similares a cocodrilos o grandes salamandras. Estos animales extintos se conocen principalmente a partir de restos óseos, pero en este estudio, los investigadores describen un conjunto excepcional de trazas fósiles que brindan información sobre cómo estos animales se movían a través de su entorno.
Los fósiles se encontraron en un sitio, que los investigadores denominan paleosuperficie Dave Green, en la provincia de KwaZulu-Natal de Sudáfrica, en una superficie rocosa que alguna vez fue el suelo de una llanura de marea o laguna del antiguo mar de Karoo. Los investigadores analizaron siete impresiones corporales (huellas de reposo) y una serie de marcas de cola (huellas de natación) que se deduce que fueron hechas por un temnospóndilo rhinesuchid que medía unos dos metros de largo. Según la disposición espacial de estos rastros, los investigadores interpretan que fueron hechos por uno o dos animales que nadaron de un lugar de descanso a otro, tal vez mientras buscaban comida.
La forma sinuosa de las marcas de la cola sugiere que estos animales se impulsaban a sí mismos a través del agua con movimientos continuos de la cola de lado a lado como los cocodrilos y las salamandras modernos. La forma de las impresiones corporales, así como una relativa falta de huellas junto a las huellas, sugiere que estos anfibios metían sus piernas contra sus cuerpos mientras nadaban, también de forma similar a los cocodrilos.
Estos fósiles indican un estilo de vida activo de nadar y caminar por el fondo en estos antiguos anfibios, una interpretación que fue posible gracias a la extraordinaria preservación de las huellas de locomoción. Este sitio fósil también conserva numerosas huellas de otros tetrápodos (animales de cuatro patas), peces e invertebrados, y por lo tanto es una localidad clave para comprender los ecosistemas del Período Pérmico.
En su artículo publicado en PLOS ONE, los autores agregan: «Los hallazgos del estudio son significativos porque ayudan a llenar los vacíos en nuestro conocimiento de estos animales antiguos. Las notables huellas y rastros conservados en la paleosuperficie de Dave Green son una ventana a la costa del mar de Karoo hace aproximadamente 255 millones de años, y proporciona evidencia directa de cómo estos animales se movían e interactuaban con su entorno. Además de su notable contribución científica, este estudio también demuestra cómo los descubrimientos paleontológicos importantes a menudo son realizados por personas curiosas que llaman la atención de los paleontólogos sobre sus hallazgos».
Fuente: europapress.es
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